Es increíble cómo pasa en tiempo. Mi hija mayor ya está en 6º de primaria y ayer andaba como loca por casa tratando de hacer algún bizcocho o postre saludable para una historia que tienen en el cole esta tarde.
Al final se decantó por el bRAWnie crudivegano que hacemos de vez en cuando en casa y que nos encanta.
Como bien sabéis, todos los postres, sean saludables o no, aumentan nuestro kapha interior y hay que consumirlos con moderación. También os digo que al no llevar harinas refinadas ni azúcar blanco hace que nuestros otros dos doshas no se desequilibren. En cualquier caso, para tratar de paliar los efectos que tiene sobre kapha a mi me gusta echarle una cucharadita de jengibre en polvo, que no le da sabor pero que estimula nuestro fuego digestivo para que lo podamos digerir mejor. En este caso, mi hija decidió no echarlo pero vamos, que lo tengáis en cuenta.
Esta es la receta para unos 12-15 porciones:
- 140 gr. de nueces
- 400 gr. de dátiles Medjool, deshuesados.
- 3 cucharadas de cacao puro en polvo (yo a veces sustituyo una por harina de algarroba)
- 1 cucharadita de jengibre (opcional)
Proceso:
Triturar las nueces en un robot de cocina hasta desmenuzarlas. Añadir los dátiles, el cacao y triturar de nuevo. Cuando la mezcla presente una consistencia uniforme la pasamos a una bandeja o recipiente de cristal que previamente habremos cubierto con papel de hornear. Este papel tiene que ser lo suficientemente grande como para que nos permita cubrir el bRAWnie por encima para poder meterlo en la nevera. Lo dejamos ahí un mínimo de una hora y hasta que lo vayamos a consumir.
¡Espero que os guste!
