A menudo oímos los beneficios de la meditación. Cómo, si introducimos esta actividad en nuestra rutina diaria, nos vamos a ver beneficiados en todos los aspectos de nuestra vida. Nos va a ayudar a gestionar mejor el estrés y a calmarnos, a hacernos más tolerantes y más reflexivos, a aceptar las cosas como vienen, sin tener que darle una explicación a todo, a ser capaces de sacar un aprendizaje de cada situación, en definitiva, nos conecta más con nosotros mismos, nos ayuda a sentirnos más en armonía y, por consiguiente, a ser más felices.

Cualquiera que leyese lo anterior se pondría manos a la obra, y más sabiendo que es algo que puedes hacer en cualquier momento del día, el que mejor te venga, y que no necesitas de ningún aparato ni de nada sofisticado para ello. Pero la realidad es que nos cuesta encontrar un momento para nosotros mismos, así como enfrentarnos a la quietud y al silencio.

Pero, ¿por qué nos cuesta tanto?

Practicar meditación va mucho más allá que el simple hecho de intentar dejar la mente en blanco, sentarse en silencio con los ojos cerrados y hacer respiraciones profundas. Es un estado muy sutil que es difícil de alcanzar y requiere de práctica y dedicación. El principal objetivo es armonizar el cuerpo, el prana (o energía vital) y los sentidos para disolver las alteraciones de la mente.

 

Cuerpo, mente, prana (o energía vital) y los cinco elementos.

Como ya hemos hablado en otras ocasiones, el cuerpo y la mente, al igual que todo lo demás, está formado por los cinco elementos.

El cuerpo se compone principalmente de los elementos más pesados, el agua y la tierra (Kapha dosha), aunque las funciones corporales se producen gracias a los elementos más ligeros. El fuego (Pitta dosha) se encarga de los procesos metabólicos y el aire (Vata dosha), del movimiento de fluidos y de la transmisión de los impulsos nerviosos y cerebrales.

Por el contrario, la mente está formada por los elementos más ligeros, aire y éter (Vata dosha), pero sus funciones tienen lugar gracias a los elementos más pesados. El fuego (Pitta dosha) determina la percepción de los órganos sensoriales y los transforma en pensamientos y el agua y la tierra (Kapha dosha) nos conectan con la emoción y con la estabilidad.

Por eso es importante que cuerpo y mente estén armonizados. Eso nos ayuda a armonizarnos en todos los sentidos y a encontrar nuestro equilibrio vital.

 

La mente y el prana van siempre unidas. Dondequiera que pongamos nuestra atención, nuestra energía vital fluirá de forma natural hacia allí. Ambas están formadas por espacio y aire, pero con algunas diferencias.

La mente está compuesta principalmente por el elemento éter, sin forma y omnipresente. Es más receptiva y observante. Aunque, al tener algo de aire en movimiento, es además rápida, penetrante, siempre cambiante, veloz e impredecible.

Sin embargo, el prana tiene más del elemento aire, por consiguiente, es más activo y determina nuestra propia energía y vitalidad.

 

La meditación según Ayurveda.

La meditación según Ayurveda es nuestra capacidad para conectar con nuestro verdadero yo y nuestra conciencia, que en Ayurveda se conoce como Atman o Purusha.

La meditación implica colocar la mente en un estado de calma y concentración en que nuestras energías mentales se puedan renovar y transformar. Nos ayuda a limpiar los aspectos negativos de nuestra conciencia, aquellos hábitos o impulsos del subconsciente que nos provocan sufrimiento y dolor.

A grandes rasgos, podemos decir que la meditación busca entrenar a la mente para conseguir un estado de calma y de conexión con la conciencia que nos permitan desarrollar un nivel de amor, compasión, paciencia, generosidad y perdón a los que nuestra mente no está acostumbrada. Es una práctica que se lleva desarrollando desde muy antiguo e implica un gran esfuerzo por auto conocerse y autorregular la mente. Con la meditación se persigue poner la mente y sus pensamientos a tu servicio y no a la inversa.

Para Ayurveda, es una herramienta importantísima a la hora de sanar mente, pero notándose sus beneficios en todo el cuerpo. Por eso, considera que debe incluirse como parte de la vida, dentro de nuestras rutinas diarias, para conservar la salud y mejorar nuestro estilo de vida.

La meditación disminuye notoriamente los síntomas de estrés y es sumamente eficaz en patologías de mente como ansiedad o depresión.

Sea cual sea tu constitución, la meditación te beneficiará.

 

La meditación y Vata dosha.

Si eres predominantemente Vata, la meditación te ayudará:

  • a calmar tu actividad mental.
  • a reducir tu tendencia natural a sentir miedo y ansiedad.
  • a mejorar tu calidad de sueño.
  • a calmar las digestiones nerviosas.
  • a reforzar tu sistema inmune.

Las personas Vata deben tener cuidado porque la meditación mal practicada puede desarraigarlos y dispersarlos. Es fácil que se pierdan en sus pensamientos y su prana puede verse alterado. Por esta razón, es importante que primero aprendan el arte de la concentración, en vez de intentar “vaciar sus mentes”. Su objetivo no es frenar su actividad natural mental, sino más bien no darle valor al pensamiento y dejarlo pasar.

 

La meditación y Pitta dosha.

Si eres predominantemente Pitta, la meditación te ayudará:

  • a calmar tu ira y agresividad.
  • a afrontar tu vida con menos fuerza de voluntad y a liberar tu afán por el control.

Las personas Pitta suelen tener buena capacidad para concentrarse y su objetivo es no convertir su práctica en un logro. Deben tener cuidado en que su práctica no suponga un exceso de concentración que los lleve a estrechar sus mentes, en un intento por controlar la tensión en lugar de liberarla.

 

La meditación y Kapha dosha.

Si eres predominantemente Kapha, la meditación te ayudará:

  • a librarte de tus apegos emocionales.
  • a reducir tu estancamiento mental y tu apatía.
  • a reducir pesadez, aportándote más ligereza mental.

 

Las personas Kapha, al ser más perezosas, requieren de más ayuda y les es más fácil meditar en grupo. Deben tener cuidado en no quedarse dormidas, así como no perderse en su imaginación o ensoñaciones diurnas. Por eso les va mejor las prácticas más activas que incluyan la repetición de mantras.

 

Samkalpa, el poder de la voluntad y la transformación.

Samkalpa significa voluntad y motivación. Es la actividad mental más importante a cualquier nivel, dado que conlleva la proyección de nuestras intenciones, de todo aquello que nos propongamos. No solo implica desarrollar nuestra voluntad, sino el aliarnos con las fuerzas que nos pueden ayudar a conseguir nuestro propósito, y en muchas ocasiones, incluye la búsqueda de ayuda, en la manera en que lo necesitemos.

Te animo a que te propongas el meditar diariamente y que busques el samkalpa que te ayude a conseguirlo.

¡Y espero que me cuentes qué cambios notas en ti!

 

Ya sabes que también verme en mi canal de youtube donde te hablo de este tema:

¡Siente lo que te nutre!

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