Aquí tenéis el tercer y último post relacionados con los doshas, las tres constituciones base tipificadas en Ayurveda. En esta ocasión, os vengo a hablar de Vata dosha.

Esta constitución está formada por los elementos espacio y aire.

El espacio lo encontramos en el cuerpo, como es de imaginar, en forma de espacio entre átomos, moléculas y en cualquier órgano que esté hueco o que tenga orificios (oídos, nariz, tráquea, venas, arterias, poros de la piel, etc.). Gracias al espacio podemos entender la percepción del silencio, de la espera y esa armonía que nos da la meditación. Nos conecta con nuestro yo más profundo, con lo que somos en esencia.

Mientras que el aire está detrás de cualquier movimiento dentro de nuestro organismo y es el responsable de todos los ritmos y flujos de la naturaleza. En nosotros rige los latidos del corazón, la circulación sanguínea, la expulsión de gases, la eliminación de los desechos, la respiración, la actividad mental, todos nuestros movimientos motores, etc. Y es, además, el elemento que nos produce sequedad.

 

Características Vata.

Vata dosha, por consiguiente, gobierna todos los movimientos en nosotros: el habla, los movimientos respiratorios, motores y circulatorios, todos los procesos mentales y sensoriales. Es el responsable de transportar nutrientes y de eliminar desechos.

Sus atributos son el frío, la sequedad, la ligereza, la aspereza, la sutilidad y la movilidad.

 

Personalidad Vata.

Las personas con esta constitución son inquietas, nerviosas, impacientes, impulsivas, creativas y muy frioleras. Disfrutan del ejercicio, pero a veces pueden pasar largos períodos de tiempo sin practicarlo porque están muy ocupados haciendo otras cosas.

Normalmente llegan tarde, porque se distraen fácilmente. ¡Les interesan tantas cosas distintas que les es difícil terminar todo lo que empiezan! Si están entretenidos, o concentrados en algo, se les puede olvidar comer y beber. En general, no tienen unas pautas definidas y la irregularidad es su norma.

Son idealistas, entusiastas, con gran facilidad de palabra, que aman viajar y descubrir lugares y cosas nuevas, pero les falta perseverancia y compromiso.

Son muy abiertos de mente y perceptivos, incluso algo hipersensibles al sonido o a cualquier pequeño estímulo. Por eso es normal que personas con esta constitución sean un poco “maniáticas” con la luz o con aparatos eléctricos que tienen un piloto de encendido, les altera el sueño.

Otra de las características de Vata dosha, es el dolor.

 

Características físicas Vata.

De las tres constituciones, Vata se caracteriza por ser la más delgada. Además, cuando está muy estresada, pierde peso fácilmente y luego le cuesta recuperarlo. Suele ser una constitución o muy alta o muy baja y de estructura muscular poco desarrollada. Más bien de complexión débil, lo que hace que se agote en seguida.

Lo que más predomina en Vata es la irregularidad. Aspectos como su apetito, su capacidad de digerir, la calidad de su digestión y su tránsito intestinal, están inter relacionados y no siguen una norma. Según el momento en el que estén, pueden comer mucho o poco, tener una digestión lenta y pesada o rápida y ligera, ir con regularidad al baño o tener estreñimiento… Lo que sí parece que se mantiene es su tendencia natural a desarrollar gases (por su elemento aire).

Esta irregularidad también se da en los ciclos de las mujeres Vata. Y suelen ir acompañados de dolor, con el síndrome premenstrual, siendo su sangrado escaso, oscuro y denso, con coágulos.

Su manera de dormir tampoco sigue una pauta, su sueño se caracteriza por ser liviano. Lo normal es que se despierten fácilmente y con relativa frecuencia y se puede decir que más bien dormitan, debido a su elevada actividad mental. En épocas de estrés es normal que sufran de insomnio.

Vata dosha tiende a tener huesos y venas prominentes y marcadas, así como articulaciones que crujen siempre. Su piel es seca y con tendencia a las arrugas. Lo mismo ocurre con su cabello, que también es seco y, además, crespo.

Esta constitución es muy friolera y normalmente tiene las extremidades frías todo el año. Sudan muy poco y al tender a la sequedad, se benefician y prefieren los climas cálidos con humedad.

 

Vata en desequilibrio.

Lo más perjudicial para Vata dosha son los extremos porque tienden a llevar al límite su resistencia. Como ya hemos comentado, su tendencia natural es la irregularidad, pasar del todo al nada y eso le acaba pasando factura y afectando a su sistema nervioso, creándole alteración y negatividad mental, ansiedad, miedo, insomnio, etc.

En desequilibrio, Vata dosha se manifiesta también provocando dolor en cualquier parte del cuerpo, y afectando al colon con gases, estreñimiento y dolor abdominal.

 

Formas de equilibrar a Vata dosha.

Lo más importante es que mantengan un estilo de vida equilibrada, moderada y rutinaria. Deben tener una buena alimentación, mantenerse bien hidratadas y permanecer en ambientes tranquilos y estables. Le va muy bien el descanso, el calor, el masaje con aceite de sésamo, que todo lo que ingieran sea caldoso y caliente, los climas calurosos y húmedos, así como realizar actividades tranquilas como el yoga o la meditación, que les calma toda su actividad física y mental.

 

Alimentación Vata.

Deben evitar los alimentos crudos, fríos y secos (ensaladas, batidos, galletas y verduras crudas), así como alimentos que lleven levaduras, los fermentos y los germinados. En su lugar, deben optar por seguir una alimentación nutritiva, caliente, sustanciosa, jugosa y cocinada.

 

Los alimentos que más benefician a vata son:

Frutas: Aguacate, albaricoque, arándano, ciruela, coco, fresa, granada, limón, mango, melón, melocotón, naranja, nectarina, mandarina, papaya, piña, plátano, pomelo, sandía, uva, kiwi, dátiles y frutos secos.

Verduras: alcachofa, berenjena, calabacín, calabaza, cebolla, espárrago, patata, pepino, puerro, rábano, remolacha, tomate y zanahoria.

Cereales: arroz, amaranto, avena, espelta, maíz, quinoa y trigo sarraceno.

Lácteos: ghee, kefir, leche de vaca y mantequilla, queso fresco y yogur.

Legumbres: lenteja roja. Mejor en formato dhal, si la puedes encontrar.

Proteína animal: cangrejo, caviar, cerdo, cordero, huevo, pato, ternera y pescado.

Especias: ajo, albahaca, apio, anís, anís estrellado, cardamomo, cilantro, clavo, comino, fenogreco, hinojo, jengibre, laurel, mostaza, perejil y nuez moscada. 

 

Recomendaciones para mantener en equilibrio a Vata dosha.

Para concluir, podemos decir que las personas Vata necesitan rutinas, una buena alimentación, hidratación, tranquilidad y calor.

Los sabores que más les favorece son el dulce, el ácido y el salado, siendo los sabores picante, amargo y astringente los que debería reducir.

Su alimentación ideal debe ser cocinada, jugosa y nutritiva. Todos los guisos y de cuchara son los que mejor le van. Por supuesto, en raciones moderadas, para facilitar su digestión. Al igual que con el resto de las constituciones, es muy recomendable que apuesten por el plato único.

No te pierdas mi vídeo de youtube en la que te cuento mi experiencia teniendo una constitución Vata Pitta.

¡Siente lo que te nutre y te enriquece!

Feel eat.

 

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